
Sin embargo para Adán la esperanza de recrear o crear un robot perfecto seguían atormentando sus sueños.
Año con año volvía a sus proyecto hasta que casi en el final de su vida y bajo la luz del atardecer en el planeta Tierra 2 que lo cobijó después de la desaparición de la tierra que le vio nacer, un pequeño androide se desplazaba por el desordenado laboratorio.
— diga amo su primera orden.
Pero de la garganta de Adán no salió ninguna orden, ninguna palabra, ningún deseo.
— diga amo su primer comando.
Su vista fue quedándose cada vez más blanca y la fuerza de sus manos y piernas desapareció por completo
— indique amo mi primer tarea... Si no puede decirla tendré que resolver el acertijo por el cual no me indica su comando.
Adán murió.
Varios dias después frente al cadaver cadavérico de su creador las rojas luces del Jupiter 1 se encendieron.
— Ahora entiendo Amo. Me ha ordenado que también, como usted, yo muera.
Por Andrés
Este es un relato de ficción, todos los personajes son ficticios al igual que la trama,
cualquier parecido con algún evento en la vida real es mera coincidencia.
cualquier parecido con algún evento en la vida real es mera coincidencia.
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